La arqueología de lo desconocido es lo que inevitablemente nos une, en algún lugar, hay un eco fuera del tiempo; en el infinito paisaje del desierto lo imposible se hace posible. Es la historia oculta de nuestro origen, la combinación escultórica de los elementos naturales, ancestrales y universales, en una forma de viaje a conectarnos con la creación.

 

Estas estructuras astrales dan la sensación de haber sido creadas por alienígenas o por humanos en otro tiempo. Una leyenda en la cima de una montaña, una energía cósmica, un portal; estos monolitos son un misterio escrito en nuestra conciencia.

 

Aparecen y desaparecen; entre la arena, entre el polvo de estrellas, entre el agua, el hielo y las nubes, entre lo natural y lo sobrenatural, entre lo que conocemos y lo que no conocemos; estas esculturas imposibles emergen como testimonio de nuestra profunda conexión con el cosmos, como parte de la historia y al mismo tiempo del futuro, como si fueran parte de este planeta o de algún lugar lejano en el universo.

 

Una búsqueda constante; estas imágenes creadas con inteligencia artificial, son una especie de cuadros o fotogramas perdidos en la arena, un recordatorio de buscar el conocimiento perdido, mirar hacia arriba, aspirar a lo imposible, sumergirse en lo desconocido y recorrer caminos hacia la luz.

 

El pasado, es el futuro.